Thursday, March 01, 2007

Our trip in one-shot

Highlights
Peru
Machu Picchu -> view post
Bolivia
Salar de Uyuni -> view post
Chile
Chiloé Island -> view post
Argentina
Ushuaia -> view post
Perito Moreno -> view post
Punta Tombo -> view post
Valdes Peninsula -> view post
Iguazu Waterfalls -> view post


Click here to view details of the trip (map, destinations)

The journey came to an end the 26th of February!

2 Comments:

At 11:55 pm, Blogger Sandrine & Yves said...

As the trip is over, we take the opportunity to thank all the contributors, family, friends and collegues who followed and supported us during the journey.

Special thx to:
Julie, Karine, Marjorie, Sandrine, Sabrina, Sarah, Valérie, Yuk-Sin.
Christophe, Christopher, Denis, Fabrice, Florian, François, Fred, Jérôme, Joel, Les Nivets, Lionel, Nicolas, Stan, Vince.

Tambien gustaríamos agradecer por su hospitalid:
Miluska y Tomas (Cusco), Vero y Pablo (Buenos Aires), Viviana y Carlos y Silvina y Fernando (Cordoba).


We had a great time.
Lo pasamos muy bien.

 
At 4:48 pm, Blogger Sandrine & Yves said...

Aqui el relato del viaje de Diana y Roc (unos amigos de Barcelona) que conocimos.

De Salta a Cordoba
Cómo va? com dicen por aquí.
Finalmente el cruce de la frontera de San Pedro a Salta nos costó 95 dólares por persona, Geoff, Tracey y dos nuevos compañeros de viaje, Ives y Sandrine de Suiza compartimos la experiencia. Al final no fue tan mal la cosa, el conductor argentino que nos recogió, Víctor -un hombre de más de 100 kg y menos de 180 cm.- era más un guía que un conductor y nos llevó a conocer lugares que realmente valían la pena de ver antes de llegar a Salta. Al menos los 500 km. no se hicieron tan largos y aburridos como hubieran sido en el autobús. Su agencia fue la que nos organizó para los mismos 6 un recorrido por los valles occidentales de la provincia.
Salta fue fundada el 16 de Abril de 1582, por Hernando de Lerma, gobernador de Tucuman. Originalmente la ciudad recibió el nombre de: Muy Noble y Leal Ciudad de San Felipe de Lerma en el Valle de Salta, este nombre fue cambiado inmediatamente después de la muerte del fundador de la ciudad, debido a la adversión que le tenían los primeros pobladores, que la rebautizaron como San Felipe de Salta. Luego, con el tiempo, el nombre se fue transformando en el actual: "SALTA". Varias etimologías aymaras conforman el vocablo Salta: "salla", peñas y "ta", lugar, por lo que el nombre significaría "lugar de peñas"; "sayta", pascana, es decir, paraje de descanso en un viaje; y "sagta, sagta", muy hermoso. Por eso es que se la conoce como "Salta la Linda". El edificio más interesante de la ciudad es el antiguo cabildo que ahora es museo, estancias, balcones, patios con casi 500 de historia conservados como antaño, unas agradables horas casi a solas.

En el tour de tres días hemos conocido más pueblos y lugares muy bellos, eso sí pasando muchas horas en el coche, ya se sabe en sudamérica las distancias son muy largas y en Argentina especialmente. El primer día, vimos cóndores sobrevolando nuestras cabezas (no teníamos ni idea de que íbamos a reencontrarnos con el gran pájaro y fue una muy agradable sorpresa). Salta queda en un valle a unos 1200 msnm y para llegar a los valles Calchaquíes hay que superar una selva subtropical llamada montana hasta los 1600 y después seguir subiendo los 3400, después se desciende otra vez hasta los 2000.
En La Poma, teníamos que caminar por un barranco, pero se jugaba la final de la liga argentina y el guía que nos tenía que llevar y tenía el material se inventó la excusa de un dolor en la planta del pié. En su mismo hostal nos teníamos que quedar a dormir pero viendo su predisposición, que además Cachi (la alternativa), es mucho más bonito y ganábamos tiempo nos despedimos rápidamente. Nuestro guía-conductor, Pablo (excamionero que perdió su vehículo y se endeudó con el corralito), se ofreció para llevarnos a las cuevas en su parte más accesible y menos peligrosa. Sólo nosotros llevábamos el calzado adecuado para adentrarnos por el río unos cuantos metros y poder ver las maravillas que hace la naturaleza, estalactitas con unos colores que parecían pintados.

Jueves y viernes más pueblos y paisajes únicos, áridas quebradas y de colores, viñedos, vida campesina y relentizada, más horas de coche y comidas muy sabrosas. En Argentina nos hemos reencontrado con sabores que nos seducen y nos hacen gozar otra vez de la cocina, la carne está para chuparse los dedos.
Uno de los sitios que hemos conocido es la casa de Alfonso Guzmán, conocido como Tero (tero es un pájaro de patas muy largas y Alfonso las tiene). A sus más de 60 años sigue tejiendo manualmente ponchos, manteles y muchas cosas más en su telar tradicional. Es tan conocido que hasta el anterior Papa le visitó, eso sí el pontífice se llevó la mercancía gratis.

Llegamos a Tucumán el viernes en la tarde y como Pablo nos aconsejó, decidimos viajar de noche (ya no nos acordábamos de éso) hasta Córdoba, eso sí el terminal de Tucumán dispone de duchas gratis y con agua caliente (no muy necesaria) para los viajeros, de las que hicimos uso.

Córdoba nos ha recibido con unas temperaturas altísimas que junto con la humedad no dan ganas de hacer nada. Hoy nos hemos levantando con una fresca lluvia que al menos hace más llevadero el duro trabajo del turista.

Gracias por los mensajes que hemos ido recibiendo. seguramente pasaremos las navidades en Santiago de Chile así que si alguien se anima allí estaremos.

Por cierto sí, nosotros volamos con Air Madrid, por lo tanto tenemos 1 problema, bueno 2. Esperaremos unos días para empezar a pensar en soluciones.
Uno de los billetes lo compramos con una de esas targetas de crédito que en teoría te lo solucionan todo, a ver si es así.

Del 2006 al 2007 (Puerto Varas)
Desde el año pasado que no escribíamos y en un año pasan muchas cosas, pero para los que temen de nuestros largos mensajes intentaremos ser breves (Los Modernos estaban en Córdoba y nos han inspirado).

Estábamos en Córdoba y nos fuimos a San Luis donde nos recibió Leslie y su familia a quienes queremos agradecer todas sus atenciones que nos hicieron pasar unos días de vacaciones dentro de las vacaciones. Sobre todo y muy especialmente a Carlos el padre de Leslie que recordando una de sus múltiples antiguas ocupaciones en el departamento de turismo de San Luis, nos llevó a conocer la provincia. Uno de los lugares donde nos llevó estaba a 200 kms, y menos mal que encontramos una cascada que él no conocía donde los tres nos lo pasamos como niños, eso sí, después del susto que Roc le dio a Diana en una de esas caídas que pueden acabar en el hospital pero la mochila hizo de airbag.
También Gustavo, el esposo de Leslie, y su familia donde disfrutamos de un delicioso asado argentino. Allí nos despedimos de San Luis y al día siguiente nos fuimos hacia Santiago de Chile haciendo un a parada para conocer Mendoza en unas horas.
Llegamos a Santiago a las 6 de la mañana del 23 de diciembre y nos fuimos al ruidoso hostal La Casa Roja, en donde nos encontramos con Geoff, Tracey, Sean, Helena y Jill para celebrar juntos la navidad, aprovechando que el escocés es cocinero.
Santiago es una ciudad que no hemos podido conocer muy a fondo y lo que hemos visto no nos ha disgustado del todo, pero podría ser como una ciudad de España con dimensiones sudamericanas.
La comida de Navidad acabó siendo una merienda cena, eso sí deliciosa, lomo al horno, patatas doradas y verduras, todo acompañado de vino Chileno que trajo Klent, un Dublinés que se unió al grupo en el último momento. Como podéis comprobar hemos podido practicar mucho inglés en éste viaje.
Un apunte, así como la carne nos sorprendió en argentina lo mismo el vino Chileno, bueno y barato, lo único barato en éste país.
El 26 (Sant Esteve), nos fuimos a Viña del Mar por la mañana y a media tarde después de un muy fresco y verde baño en el Pacífico, nos fuimos a Valparaíso. Nos hospedamos en el agradable La Bicyclette, paseamos por sus empinadas calles, bebimos en sus bares, conocimos gente, visitamos una de las casas de Neruda (la entrañable La Sebastiana) en fin 24 horas que nos supieron a poco, pero suficientes para querer volver.

Volvimos a Santiago la tarde del 27 porque al día siguiente nosotros y 14 más comenzábamos un tour de 5 días hacia el sur. El grupo muy heterogéneo pero muy interesante, Coos y Margreet (Holanda), Silvia y Marcel, Audrey y Leticia (Suiza), Tiana (Alemania), Mariela (Argentina), Cleber y Juliana y dos Saras (Brasil), Toña y Marco (guía y conductor -chilenos-). Durante estos cinco días hacia el frío hemos cabalgado, hemos subido hasta el cráter de un volcán nevado y activo (el Villarica o en mapuche Rukapillán, casa del espíritu), hemos visitado el museo privado más importante del país (de un comerciante de armas muy cercano a Pinochet y que estaba en la lista de los hombres más buscados de Estados Unidos), y sobre todo hemos celebrado el fin de año. Esa noche que para Roc parecía más San Juan que fin de año, (teniendo en cuenta que a las 6 se hizo de día y que además este año pasamos San Juan en el aeropuerto de Eivissa), fue una noche larga y muy divertida. Sirvió de despedida de los holandeses con quienes nos reímos mucho y en general de todos ya que al día siguiente nuestros caminos se separaban. Una de las suizas, Audrey tiene familia en Palamós y habla un catalán afrancesado perfecto y su amiga de tantas visitas a la Costa Brava también lo entiende, con ellas y Toña terminamos la noche bailando hasta que se hizo de día y un poco más. Los brasileños, que prácticamente no nos habían hablado en los cuatro días, confesaron que creían que Roc era "malo" y le pidieron perdón ante las risas de Diana y de los demás, que no se lo podían creer.
La cena consistió en un asado que Marco preparó, una ensalada alemana de los holandeses, una ensalada brasileña, el guacamole de la casa y postres de chocolate brasileño, ah, vino chileno, todo para chuparse los dedos.

Ayer, después de dormir tres horas, nos vinimos a Puerto Varas desde donde nos estamos preparando para viajar hacia el frío de verdad, la Patagonia. No sabemos muy bien cómo llegaremos a Ushuaia pero creemos que va a ser una parte del viaje muy interesante a través de la carretera austral.

De Puerto Varas a Villa O'Higgins
Acabamos de llegar a Villa O'Higgins donde empieza o acaba, como es nuestro caso, la carretera Austral. Hemos pasado cuatro días conduciendo la furgoneta que alquilamos por preciosos lugares, encontrando pueblos cada muchos kilómetros. Esta parte del viaje la hemos compartido con Sandy y Steffen, una pareja de alemanes del este (y eso se nota, muy meticulosos, sobre todo él, y de reacciones muy lentas, en eso no parecían muy alemanes).

Preparando la visita al parque Torres del Paine compramos una carpa y nos ha ido muy bien tenerla porque las últimas tres noches hemos dormido en ella en medio de montañas nevadas, lagos de colores y playas.

Estamos en una biblioteca pública patrocinada por Bill Gates y se nos acaba el tiempo, ahora nos vamos otra vez hacia Argentina. Mañana nos esperan 12 horas de camino entre ferris y caballos y otros transportes varios.

Esperamos tener más tiempo en unos días para contaros más cosas.

De la Patagonia chilena a la Argentina
Os escribimos hace dos días desde Villa O'Higgins el ultimo pueblo de la patagonia chilena y ahora estamos en El Calafate en el país vecino. Han sido tres días muy intensos y emocionantes en los que hemos caminado mucho y conocido lugares que ellos solos merecen este viaje.

El miércoles cruzamos el Lago O'Higgins en un pequeño ferry y al otro lado nos esperaba Ricardo y su padre Jerónimo, de 92 años pero que parece un chaval. Entre los dos prepararon los caballos para cargar nuestras pesadas mochilas y los que íbamos a montar nosotros durante 5 horas. los primeros minutos, nosotros dos, aprovechamos para galopar un poco ya que después el camino no lo permitía y tampoco era el día adecuado. Pasamos la frontera en un día muy ventoso como es habitual en esta zona, pero de una intensidad que se podía soportar. El viento por aquí hace estragos en los bosques y encontramos miles de arboles caídos en el camino, la mayoría de ellos lengas, el árbol mas común en estos bosques. El sol nos acompaño toda la jornada, algo poco habitual en las ultimas semanas. La siguiente etapa fue otro ferry en el Lago Desierto, ya en argentina, lo que notamos enseguida por la diferencia de acentos que tienen unos y otros, del "po" y "huevón", al "viste" y "boludo", del parecido acento canario de los chilenos al por todos conocido acento argentino.

Por si no lo recuerdan seguimos viajando con Sandy y Steffen. El alemán es un crack de la planificación y se le ocurrió que no era necesario llegar a El Chaltén, que podíamos volver a acampar, ahorrar otra noche de hospedaje y caminar por el parque nacional Los Glaciares sin tener que repetir ningún sendero. Esta opción nos permitió amanecer delante del imponente Fitz Roy y conocer partes del parque que normalmente no se visitan y por las que caminamos totalmente solos. Otra vez hemos tenido suerte con el tiempo, hacia días que el viento era violento y la ultima semana había llovido intensamente, pero ayer el esquivo Fitz Roy se pudo observar perfectamente y durante toda la caminata. El Fitz Roy y sus compañeros son una montañas que se levantan verticalmente como agujas, perfecto para escaladores. Nosotros tuvimos bastante con las ocho horas de camino, además volvimos a ver cóndores, uno de ellos de tan cerca que le podíamos distinguir el cuello blanco perfectamente. Demasiadas emociones.
Hacia El Chaltén nos cruzamos con Tracey y Geoff, lo ingleses de Chachapoyas, que ahora van acompañados de la prima de él.
Al llegar la reserva que teníamos prevista no existía y siguiendo el acelerado paso de los alemanes compramos los dos últimos billetes para El Calafate, donde tampoco había habitaciones libres, pero como ya somos casi unos mochileros profesionales hemos vuelto a acampar, eso si, con baños y ducha.

Hoy a las seis de la mañana nos ha venido a buscar Ocemar, un brasileño al que el corralito le debe miles de dolares y un matrimonio roto. Sus hijas siguen viviendo en Buenos Aires y él esta rehaciendo su vida aquí trabajando de taxista. A las 7 y media con otro día de clima inmejorable ya estábamos en el glaciar, o como les llaman en chile ventisquero, Perito Moreno. No nos vamos a extender mucho sobre éso, es muy difícil poder explicar con palabras lo que hemos visto. Los que ya habéis estado por aquí seguro que nos entendéis y los que no mejor lo veis vosotros mismos. Eso si, vale la pena llegar a primera hora para evitar la turistada, de la que nosotros también formamos parte pero con la que no es necesario juntarse.

Mañana volvemos a Chile, para hacer una de las ultimas excursiones, el parque nacional Torres del Paine. Volveremos a caminar muchas horas, a dormir en carpa y a disfrutar del contacto con la naturaleza.

Brasil
Esto se acabó, ya estamos en Bogotá, llegamos domingo al mediodía y empieza la cuenta atrás para la vuelta a la vida "normal"...

Las últimas tres semanas del viaje por Sur América han sido por Brasil, el único país de los que hemos visitado en que no hablan español y donde la comunicación ha sido un poquito más difícil. En todo caso no lo ha sido lo suficiente como para que la lengua fuera un problema. El portugués es difícil hablarlo pero se entiende bastante bien, que nos entendieran ha sido un poco más complicado.

Entramos al mega país de más de 8 millones y medio de kilómetros cuadrados y "solo" 180 millones de habitantes, por el estado de Guaraná, es decir por las cataratas de Iguazú. Uno de esos sitios casi indescriptibles, uno más, que esta experiencia nos ha permitido conocer. La visita a las cataratas desde la parte brasileña fue mucho más tranquila que por la Argentina. En el país vecino tienen muchos más puntos de observación y circuitos para llegar a muy diferentes partes del río Iguaçú, y por tanto mucha más gente, más ruido humano y menos tranquilidad.
Esta zona de Brasil es muy húmeda y las altas temperaturas se hacen notar mucho más. Pensábamos que el calor en todo el país sería poco menos que insoportable pero no ha sido así. De Foz de Iguazú volamos a Brasilia donde las temperaturas ya son mucho más agradables, hecho que agradecimos. Desde Buenos Aires veníamos soportando calor.
Todos los traslados los hemos hecho por aire en Brasil, las distancias, la seguridad y los precios de los vuelos y los autobuses nos hicieron decidir por el avión.

Brasilia, inaugurada en 1960, es una ciudad que se diseñó para unos 500.000 habitantes y ya son más de 2 millones. Sufre los mismos problemas que cualquier gran urbe, trancones y zonas degradadas. La ciudad fue trazada por el arquitecto y urbanista Lucio Costa, uno de los gurús arquitectónicos mundiales, Oscar Niemeyer, quien diseñó la gran mayoría de los edificios que la hacen singular. Hace poco inauguro otro edificio, el museo de Brasilia, una bóveda de unos 80 metros de diámetro con un gran espacio diáfano interior.
Está claro que Brasilia no está pensada para el peatón, las grandes vías de comunicación no tienen apenas pasos para los peatones y las grandes velocidades de los vehículos la hacen peligrosa para los que la pasean.

De Brasilia volamos a Fortaleza. La ciudad que algún día pudo ser amable y tranquila se ha convertido en una masa de hoteles y grandes edificios que devoran la linea costera. En esos días oímos en un programa de la televisión local que la temperatura en el interior se había incrementado 3 grados porqué el aire que antes refrescaba el ambiente ya no llega.
Teníamos pocos días antes de coger el siguiente vuelo, insuficientes para ir hasta uno de los sitios más bellos del estado, Jericoacoara. Visitamos una playa hacia al oeste, Lagoinha y una hacia el este, Canoa Quebrada, bonitas pero víctimas del turismo.

En Natal, siguiente parada, Sergi (ver capítulo "de la selva a Cuenca") nos invitó a su casa. Por desgracia la súper casa que él y unos amigos tienen en Maracajaú había sido arrasada dos meses atrás y no quedaban ni los grifos. Pep, otro de los copropietarios del inmueble nos ofreció una de las que tiene también en el pueblo. Mucho más pequeña y más acorde con nuestras necesidades, a 5 pasos de la playa y con coqueros privados que nos proporcionaban agua de coco, pasamos tres días en este pueblecito costero inolvidables.
Jonás, un niño de 10 años, hijo de un padre que tiene 9 más con cuatro mujeres diferentes, que él sepa, nos acompañó a encontrar la casa de Pep y luego nos adoptó como a sus padres por esos días. Su madre lo rechazó y vive con la abuela. Nos contaba sus "desgracias" con una naturalidad y una bondad que nos hacía imposible cualquier inicio de sentimiento de pena que nos intentaba aflorar. No se entreveía ningún indicio de rencor hacia su padre, que ahora vive con la madre de sus últimos 4 hijos, ni tampoco (y eso nos sorprendió) hacia su madre. Con unos ojos profundos, y un hablar tranquilo y sereno nos iba explicando su vida y la de Maracajaú con un efecto inconsciente de seducción. Mientras caminábamos por las calles polvorientas nos presentó hermanos y primos a cada cinco pasos. Uno de ellos Mateos, hijo de la última esposa, se unió al grupo, ya casi éramos familia numerosa.
Por las noches el carnaval del pueblo, uno de los más reconocidos de la zona nos acogía con toda su alegría. Nada que ver con los mega carnavales de Río, Salvador o Recife, pero con un encanto especial, como de fiesta mayor de cualquier pueblo pero añadiendo los disfraces y sobretodo la música por todas la calles, o mejor dicho por todos los carros. No sabemos si es una nueva moda introducida por el efecto tunning, o por los grandes camiones discoteca de Río o Salvador, el caso es que la potencia de los parlantes es tan fuerte que la música del escenario solo se oía estando frente a él.
El sábado conocimos a Pep y a su familia, la esposa nacida en Brasilia pero crecida en Natal y sus dos hijos Brasileño-Catalanes de 6 y 8 años. Intentamos cambiar el vuelo que teníamos esa misma madrugada y aceptar la invitación a la paella que Josep iba a cocinar pero fue imposible. A las 3 de la madrugada llegábamos a Salvador de Bahía.

El ambiente en Salvador es especial. Esta ciudad era la puerta de entrada de los más de 4 millones y medio de esclavos africanos para trabajar en la industria del azúcar. Eran mayoritariamente negros de Guinea, Angola y Sudán y trageron con ellos sus creencias y sus costumbres.
La sensualidad de sus hombres y mujeres es impresionante. Sus cuerpos, sus ojos y su piel son el resultado del mestizaje de estos últimos dos siglos. Si pusiéramos a todos los casi 4 millones de habitantes de la ciudad sería difícil de encontrar a dos con el mismo color de piel. Del negro al blanco uno no se imagina la cantidad de matices que puede haber.
El carnaval, sobretodo en el centro histórico, conserva mucho de la fiesta tradicional. En la playa, el multitudinario, ruidoso y más turístico pero no menos espectacular. Los blocos, con sus trailers cargados de megawatios de sonido van pasando y la gente no para de bailar y beber. En algunos más y en otros menos y tenemos que decirlo, el de menos ambiente uno con casi el 100 % de blancos...

A Río ya llegamos después de la fiesta y así y todo lo que nos advertía todo el mundo era de su peligrosidad. Para nosotros el mayor peligro fueron los viajes en autobús, los "motoristas" son unos auténticos fitipaldis. No sabemos si era por que eran los últimos días del viaje o por qué razón pero un poco sí nos afectaron las advertencias. La cámara se quedó la mayor parte del tiempo en el mini apartamento que alquilamos y siempre salíamos con poco dinero. Río es inmensa y nuestras energías de conocer un poco bajo mínimos. Donde más estuvimos fue en la playa de Copacabana, la que teníamos a tiro de piedra de nuestro cuchitril.
Las vistas desde el Cristo y el Pan de Azúcar, el partido en el mítico Maracaná, Ipanema, y la última noche despedida con eclipse lunar completo desde la playa.

Ahora nos quedan unos días en Colombia antes de volver a Barcelona. Próxima parada, El Prat.

Saludos a ustedes. Sandrina e Ives

 

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